¿Es bueno el hielo para las varices? Mitos y verdades
Las varices son uno de los problemas más molestos que se pueden dar. A grandes rasgos, podemos decir que se trata de un tipo de insuficiencia venosa que se caracteriza por el aumento de tamaño de las venas. Estas se dilatan debido a que la sangre no fluye debido a que las válvulas de las venas no funcionan correctamente. Como consecuencia, estas se dilatan y se deforman.
Aunque pueden afectar prácticamente a cualquier área del cuerpo, las varices suelen afectar en mayor medida a la parte inferior de las piernas. Del mismo modo, también podemos decir que, aunque pueden afectar a cualquier persona independientemente de su edad, suelen afectar en mayor medida a personas mayores y, especialmente a las mujeres.
Es probable que la población femenina sea más propensa a sufrir de este problema debido a que las mujeres suelen mostrar mayores debilitamientos en las paredes venosas que los hombres. Se cree que esto puede estar causado por cambios hormonales que las mujeres experimentan a lo largo de la vida, así como por el embarazo.
En cuanto a los principales síntomas de las varices, podemos nombrar, el cansancio, el adormecimiento o dolor en las extremidades inferiores, picazón, sensación de pesadez en los pies, calambres en las piernas, así como la aparición de venas más grandes y visibles de lo normal, de color rojizo o azulado.
Asimismo, también se puede producir un oscurecimiento de la piel e hinchazón en las extremidades. Aunque, en un principio, este problema no suele ser grave, creemos que es necesario consultar con un médico para llevar un control y evitar complicaciones más serias. Ahora bien, es sabido que muchas personas utilizan el hielo para rebajar la hinchazón y para calmar los síntomas. Si quieres saber si es bueno el hielo para las varices, sigue leyendo.
¿El hielo es bueno para las varices?
Si te preguntas si es bueno el hielo para las varices, la respuesta es que su aplicación, siempre que se haga de forma moderada y en periodos no demasiado largos, puede tener efectos beneficiosos para las venas varicosas. Por este motivo, muchas personas que sufren de esta dolencia en las piernas utilizan una bolsa de hielo para calmar algunos de los síntomas más molestos que presentan.
La aplicación de hielo para proporcionar frío al área afectada por las varices puede ayudar a reducir la inflamación y la hinchazón, así como para controlar el dolor que causan estas venas hinchadas. Ahora bien, es necesario que sepas que proporciona únicamente un alivio temporal de los síntomas de las varices.
Es decir, que, en absoluto supone una solución definitiva. Del mismo modo, también debes tener cuidado al aplicar el hielo para no someter la piel a temperaturas tan bajas que terminen por dañar la epidermis y producir quemaduras por el frío. Por ello, te recomendamos poner una bolsa de hielo durante, como mucho, 20 minutos seguidos. Asimismo, es importante que la bolsa no te toque la piel directamente, sino que es necesario envolverla con un paño o una toalla fina para evitar las temidas quemaduras. Esto proporcionará los resultados esperados.
Esto se debe a que las bajas temperaturas pueden hacer que las venas se estrechen y, de esta manera, la sangre fluye un poco mejor, ya que no tiene tanto espacio para acumularse. Esto es por lo que se suele decir popularmente que el frío “ayuda a mejorar la circulación”. Sin embargo, para proporcionar un alivio definitivo, recomendamos recurrir a otros remedios quirúrgicos poco invasivos, tales como la escleroterapia, la ablación térmica o la flebectomía.
Agua fría para las piernas: ¿en qué ayuda a prevenir las varices?
Como hemos comentado anteriormente, el frío ayuda a que las venas se contraigan y, así mejorar temporalmente la circulación. Lo mismo ocurre si aplicamos agua fría para las piernas, ya que estas se contraen y la sangre puede fluir de manera más directa, evitando el estancamiento gracias a la vasoconstricción. Por supuesto, esto también ayuda a reducir en gran medida las inflamaciones o las congestiones superficiales de manera temporal.
Por este motivo, meter los pies en un barreño de agua fría o caminar por la orilla del mar en aquellas épocas del año en que el agua está más bien fresca puede ayudar a aliviar los síntomas de las varices. Si realizas estas acciones de forma recurrente, varias veces a la semana, puedes ayudar a prevenir o retardar la aparición de esta dolencia.
Esto es posible gracias a que conseguirás que la sangre circule mucho mejor en tus extremidades inferiores, elevando la presión sanguínea en estas zonas y facilitando la circulación. Por este motivo, es posible dificultar que las venas se dilaten, evitando que se pueda acumular la sangre en su interior.
Así pues, podemos decir que meter los pies en agua fría es beneficioso para la circulación, y que debes hacerlo para prevenir la aparición de las varices, especialmente si eres una persona sedentaria, si pasas mucho tiempo de pie o sentado/a o si tienes predisposición genética a sufrir esta dolencia. Como hemos dicho, no es una solución definitiva, ya que, si tienes predisposición, terminarán apareciendo. Sin embargo, puedes prevenir y retardar su aparición, evitando sufrir los síntomas tan molestos durante más tiempo.
¿Existe una solución definitiva para las varices?
Al igual que hemos comentado antes, si buscas una solución definitiva, utilizar agua fría para los pies supone una solución temporal. En caso de querer deshacerte de este problema y eliminar el dolor de piernas por varices, puedes acudir a un profesional especializado en eliminación de las varices. Existen distintos procedimientos poco invasivos, como los que hemos nombrado con anterioridad, que te proporcionarán un alivio continuado de los síntomas.
Su recuperación es rápida y poco dolorosa y los beneficios que proporcionan son muy efectivos. Mientras tanto, para encontrar alivio, también es importante que sepas que el hielo es bueno para las varices, al igual que meter los pies en agua fría es bueno para la circulación.
