En algún momento de nuestra vida y, debido a diversas causas como pueden ser el embarazo, la vejez, la obesidad o pasar largos periodos de tiempo de pie, pueden ocasionar la aparición de las varices.
Las varices son venas dilatadas que pueden observarse en la superficie de las piernas, las cuales, se han hinchado debido a un mal funcionamiento de las válvulas con las que las venas regulan el flujo de la sangre. Esta no puede fluir con regularidad y se producen obstrucciones cuando la sangre ha de regresar al corazón.
Las varices son bastante frecuentes, afectando a 1 de cada 2-3 personas y, especialmente, a las mujeres. Por desgracia, no solo resultan en un problema estético, sino que, también, pueden causar malestar y dolor.
Los síntomas que producen las varices y su gravedad pueden variar, especialmente en función de la edad. Puede que para algunos no sea más que una cuestión estética, puesto que la inflamación de las venas es leve. Sin embargo, pueden desencadenar signos y síntomas más dolorosos, en función del grado de inflamación.
Si bien no podemos prevenir al 100% la aparición de las varices, puesto que, incluso por cuestiones genéticas, podemos desarrollarlas, sí podemos aliviar los síntomas que desencadenan utilizando remedios naturales: el aceite y el alcohol de romero.
El romero es famoso por sus propiedades medicinales, las cuales son aprovechadas para tratar las varices, entre otras afecciones. El romero es rico en ácido rosmarínico, un compuesto químico con propiedades antioxidantes, antinflamatorias y antimicrobianas. Es ampliamente utilizado para mejorar la circulación sanguínea, ayudando a prevenir varices y la hinchazón de tobillos y pies que pueden ocasionar.
El aceite de romero constituye uno de los aceites esenciales más utilizados en estética y medicina natural. Entre sus múltiples propiedades, se encuentra su poder antinflamatorio. Así, si aplicamos aceite de romero para las varices, conseguiremos reducir la inflamación. Además, tiene un efecto calmante que nos ayudará a paliar el dolor.
Además del aceite de romero, el alcohol de romero ha sido, también, ampliamente utilizado para tratar numerosas afecciones. Dada la facilidad para elaborarlo, – basta con mezclar 50gr de romero con 250ml de alcohol, y dejarlo macerar durante 15 días – el alcohol de romero se encontraba en cualquier casa. El alcohol de romero puro es más efectivo que la mezcla que incluya algún tratamiento químico. Por ello, el alcohol de romero suele elaborarse en casa artesanalmente.
EL resultado que obtendremos es el de un potente tónico que nos ayudará a combatir la aparición de nuevas varices y a paliar el malestar de las que estén presentes.
Aplicar el alcohol de romero para varices es muy sencillo, aunque te recomendamos seguir los siguientes pasos para potenciar su efectividad:
Cualquier vena puede volverse varicosa en algún momento. No existe una prevención 100% efectiva, pero sí podemos intentar evitarlas tomando una serie de precauciones que nos ayudará a prevenir posibles complicaciones.
En este sentido, habremos de prestar atención a nuestro estilo de vida, en el que huiremos del sedentarismo. Se recomienda practicar ejercicio de manera regular. Es especialmente importante en el caso de aquellas personas que, por su trabajo, hayan de permanecer muchas horas de pie. La natación será el deporte estrella para combatir de las varices, ya que es muy beneficioso para combatir los trastornos venosos de las piernas.
Por otro lado, habremos de mantener una dieta saludable y equilibrada. Evitaremos los excesos de sal y nos procuraremos la ingesta de alimentos ricos en fibra. El omega 3 presente en los pescados será también tu gran aliado para la mejora de la circulación, por lo que te recomendamos consumir pescado 2 veces por semana. O bien, si los prefieres, puedes comer nueces cada día.
En caso de personas que tengan altas posibilidades de sufrir varices, se recomienda que duerman con las piernas ligeramente elevadas, así como realizar baños diarios con agua fría durante unos minutos en cada pierna. Refriegas circulares con aceite o alcohol de romero, tal y como hemos explicado, resultan también de lo más beneficiosas.
Se recomienda, también, caminar unos minutos al día de puntillas. La presión que hace el músculo al contraerse facilita el retorno venoso. Prueba a caminar durante 2 minutos marcando el paso con la punta de tus pies de manera exagerada. Para acabar, junta las piernas y sube y baja un talón apoyándote en los dedos. Tras esto, hazlo con el otro pie. Notarás la diferencia.