Ciclismo y varices: ¿existe relación de causa y efecto?
Las varices son venas inflamadas y dilatadas que, aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, se suelen desarrollar, principalmente, en las piernas y suelen afectar más a las mujeres que a los hombres. Estas venas pueden verse a simple vista debido a que suelen adquirir una coloración azulada o rojiza e incluso violácea. Las personas que sufren este problema pueden experimentar algunos síntomas tales como dolor, cansancio, pesadez o hinchazón en las piernas.
Aunque las varices pueden deberse a factores hereditarios en muchos casos, también pueden desarrollarse por otros factores como el sobrepeso, las actividades sedentarias, el embarazo y el envejecimiento. Además de ser un problema estético, las varices indican la existencia de problemas de circulación y pueden aumentar el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, ya que se trata de una forma de insuficiencia venosa.
Aunque las varices, a priori, no suelen ser demasiado peligrosas, es importante tratarlas para evitar la aparición de otras complicaciones. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, uso de medias de compresión, el tratamiento de varices con microespuma e incluso tratamientos quirúrgicos, como la flebectomía de venas varicosas.
Ahora bien, cuando hablamos de los cambios en el estilo de vida, muchas personas dudan de si el ciclismo y las varices tienen algo que ver o si practicar este deporte puede tener beneficios o no sobre esta condición. Por este motivo, en este artículo vamos a mostrarte todo lo que necesitas saber sobre las varices y el ciclismo. Sigue leyendo si quieres estar al tanto sobre esta cuestión.
Varices y ciclismo: ¿tienen algo que ver?
El ciclismo es uno de los tipos de actividad física más populares en todo el planeta, tanto como a nivel profesional como amateur. De hecho, es una forma de practicar ejercicio para mantenerse en buena forma física. Hemos visto que la falta de actividad física puede favorecer la aparición de venas varicosas, sin embargo, es cierto que, entre todos los tipos de deportistas, son los ciclistas quienes suelen desarrollar más este tipo de problemas. Por ello, existe la creencia de que practicar ciclismo está relacionado de alguna manera con las varices y que tienen algo que ver.
Y es que, si bien es cierto que la ausencia de actividad física es un condicionante importante para las varices, lo cierto es que el exceso de deporte también puede hacer que determinados deportistas tengan mayor tendencia a desarrollar este problema, como los ciclistas o las personas que levantan mucho peso en el gimnasio de manera continua.
Además, también es cierto que, debido al uso constante y prolongado de la bicicleta a un ritmo elevado puede hacer que aumente la presión de las venas, que estas se ensanchen y se conviertan en varices. Esto se debe que la posición de las piernas puede dificultar la circulación de la sangre, y que el exceso de ejercicio sostenido en el tiempo también puede aumentar la presión en las piernas e incrementar la probabilidad de desarrollar este problema
¿Esto quiere decir que el ciclismo causa varices? En absoluto. De hecho, si se practica de forma moderada, esta práctica deportiva puede ayudar a prevenir la aparición de venas varicosas, así como también puede favorecer la circulación de la sangre en las piernas. Por este motivo, los especialistas recomiendan practicar varias horas de ciclismo a la semana para llevar un estilo de vida saludable.
¿Practicar ciclismo previene las varices?
Aunque, como hemos comentado, practicar ciclismo de manera excesiva puede favorecer la aparición de las varices, es cierto que, si se practica de manera moderada, este tipo de actividad física puede prevenir o retrasar su aparición. La clave está en la forma en que se practica el ciclismo, ya que, como todo, en la moderación y no en el abuso se encuentra el punto medio y el beneficio. Después de todo, practicar ejercicio de forma moderada y evitar el sedentarismo son las claves principales para desarrollar esta patología.
No obstante, también puedes tomar algunas precauciones para prevenir la aparición de las varices. Por ello, una de nuestras principales recomendaciones para los deportistas que practican ciclismo de forma regular e intensa es la utilización de prendas de compresión en las piernas. Estas prendas aplican ligera presión en las venas que puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo, reduciendo así el riesgo de desarrollar venas varicosas.
Aunque el ciclismo y las varices pueden estar ligeramente relacionados, también se ha demostrado que el ciclismo puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. Al mantener un peso saludable y un buen tono muscular en las piernas, las venas están más fortalecidas y es más complicado que se ensanchen y que aparezcan las temidas varices. Asimismo, el aumento de la frecuencia cardíaca durante el ciclismo puede ayudar a que la sangre circule de manera más eficiente, evitando la acumulación en las venas, lo que resulta beneficioso para prevenir su aparición.
Otros factores pueden ayudar a prevenir las varices
Otros factores que pueden ayudar a prevenir las varices son, por ejemplo, mantener un peso saludable, evitar estar de pie o sentado durante periodos prolongados de tiempo y mantener una dieta saludable, equilibrada y rica en nutrientes. Del mismo modo, el consumo de sustancias tales como el tabaco o el alcohol también pueden tener efectos perjudiciales, por lo que evitar su consumo puede ayudar a prevenir la aparición de venas varicosas. Del mismo modo, llevar el calzado más cómodo y adecuado para caminar o para practicar deportes de bajo impacto es fundamental para evitar el desarrollo de este problema e incluso para aliviar los síntomas, si ya ha hecho acto de presencia.
¿Qué ejercicios son recomendables para prevenir las varices?
Dejando a un lado la relación entre varices y ciclismo, podemos subrayar que los especialistas siempre recomiendan realizar ejercicios de bajo impacto y que no requieran realizar demasiada fuerza física. Por ello, por ejemplo, levantar pesas o realizar largas series de sentadillas pueden ser ejercicios perjudiciales.
Sin embargo, realizar otras actividades, como, simplemente, caminar, practicar natación o realizar yoga pueden ayudar a prevenir las varices. Del mismo modo, si te gusta desplazarte en tu bici, no tengas miedo, ya que el ciclismo y las varices sólo están relacionadas en caso de excederse mucho con la práctica deportiva.
