El problema de varices es uno de los más frecuentes en la población mundial. Estos pueden ser de varios tipos —o grados—, dependiendo de la gravedad en cada caso, pudiendo encontrar las arañas vasculares, las reticulares y las venas varicosas. Según algunos estudios, al menos un 15-20% de la población general tiene un problema relacionado con varices, de los cuales una tercera parte suele presentar dolor. El porcentaje aumenta cuando se trata de la población mayor de cincuenta años, siendo de un 50% los casos de personas que presentan algún tipo de variz.
Las varices son venas hinchadas o torcidas que suelen formarse cuando la presión sanguínea aumenta en el interior de éstas, dando lugar a una acumulación anormal de la sangre y a la correspondiente hinchazón. Se trata de una afección que se desarrolla, sobre todo, en las piernas y que, como explicábamos, está muy relacionada con los problemas de circulación sanguínea. Sabemos que el deporte puede ayudar a mejorar la circulación, es por este motivo que podemos afirmar que caminar es bueno para las varices, pero ¿cuáles son sus beneficios? ¿son buenos todos los deportes para las varices?
A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre deporte y varices y los beneficios de caminar para las varices.
La respuesta es sí. Caminar es bueno para las varices debido a que se trata de una actividad que estira y fortalece los músculos de las piernas, los cuales actúan como bombas para el sistema circulatorio en las piernas. Al caminar los músculos de las piernas se contraen y se expanden, bombeando la sangre hacia arriba. Esto evita la aparición de edemas o la retención de sangre en los tobillos. Con ello se mejora la presión en las venas, así como la sintomatología —incluso, se puede reducir el dolor ocasionado por las varices—.
Es bueno andar con varices. Ahora bien, si eres una persona sedentaria que no está acostumbrada al deporte o a la actividad física —o que pasa mucho tiempo sentada—, es aconsejable que inicies la actividad de manera progresiva. Debes tener en cuenta que las piernas con más líquido retenido pesan más y duelen más, razón por la cual puede que al principio el proceso resulte un poco molesto. Lo peor que se debe hacer cuando se padece de un problema de varices, no obstante, es ser sedentario. La falta de movimiento o de ejercicio está relacionado con las causas de las varices —cuando no es un problema genético— y con el empeoramiento de las mismas.
Como acabamos de ver, caminar es bueno para las varices. Ahora bien, como en toda actividad física o deportiva, cuando vayas a salir a andar debes tener en cuenta una serie de recomendaciones. Sobre todo, si padeces de un problema de varices de grado medio o alto. Éstas son:
Como ves, es bueno caminar para las varices, aunque no es la única actividad física saludable. Existen otras opciones que también pueden ayudarte a reducir el dolor y a evitar la sintomatología ocasionada por las varices. Algunas de las actividades recomendadas son la natación, la máquina elíptica, el remo, el yoga, la gimnasia rítmica y cualquier otra actividad que no suponga un impacto en las piernas. En cualquier caso, ante la duda, es aconsejable contactar con el doctor para preguntar qué deporte es bueno para la enfermedad, aparte de caminar para las varices.
No todos los deportes son apropiados para las varices. Tal como recomiendan los expertos, si se sufre un problema de esta índole, lo aconsejado es realizar deportes aeróbicos, frente a los anaeróbicos, ya que puede existir riesgo de hemorragia por rotura. Se trata de buscar deportes apropiados de bajo impacto, los conocidos como deportes progresivos. Algunos de los deportes menos recomendados para las varices son los de contacto físico —como es el caso del rugby, el fútbol o el boxeo, entre otros—. También se deben evitar los deportes que suponen un alto impacto para las piernas, como los que implican saltos continuos o movimientos repetitivos en los cuales existe el riesgo de que las válvulas venosas se lesionen. Ejemplos de este tipo de deportes son el tenis, el voleibol, el pádel o el running —correr—.
También deben evitarse deportes estáticos en los cuales se levanta una gran cantidad de peso que deben soportar los músculos de las piernas, como la halterofilia o las pesas. Por otro lado, hay que huir también los deportes que implican una posición forzada durante mucho tiempo, ya que esto dificultará la circulación de la sangre por las venas. Algunos de estos deportes son el motociclismo o la equitación.