Las causas de la dermatitis son de lo más variadas. Y es que, aunque lo más habitual es que estas tengan lugar por el contacto con algún agente que irrite la piel o que provoque una reacción alérgica, también puede surgir por otros motivos, como una dermatitis en las piernas por mala circulación. En este artículo nos centramos en este último punto y te explicamos cuáles son los síntomas y tratamiento de la dermatitis por insuficiencia venosa. ¡Sigue leyendo para más información!
La dermatitis es un problema que tiene lugar a causa de una irritación en la piel. Puede estar ocasionada por muchos motivos y presentarse de diferentes formas, aunque lo más habitual es detectarla con la piel seca, picazón y sarpullidos. Incluso, en ocasiones, la dermatitis puede provocar la aparición de ampollas y hacer que se formen costras. En cualquier caso, se trata de una afección que no se contagia, aunque es habitual que ocasione problemas de autoestima e incomodidad debido a su apariencia física —además de los síntomas mencionados—. Existen tres tipos de dermatitis. Estas son:
La respuesta es sí. Los problemas de una mala circulación en las piernas o una insuficiencia venosa en las piernas son muy variados. Lo más habitual es que aparezcan arañas vasculares o varices, aunque cuando el problema se intensifica es posible que derive en úlceras varicosas que provocan desde un cansancio permanente y dolor en las piernas, hasta calambres e, incluso, infecciones de gravedad. El problema de la dermatitis en piernas por mala circulación suele ser uno de los síntomas asociados a los principios de varices, concretamente de lo que se conoce como dermatitis ocre. Este problema puede ir acompañado de otras alteraciones en el color de la piel, y es que un flujo sanguíneo inadecuado provoca cambios en la coloración de las extremidades, dando la sensación de que las piernas están amoratadas (también suelen presentar eccemas). La dermatitis ocre o manchas marrones en las piernas afecta, sobre todo, a las extremidades inferiores —principalmente, a la cara interna de los tobillos y la tibia—.
En un inicio estas manchas son rojas (principios de varices) y van evolucionando hasta que se vuelven de un color más oscuro debido a la acumulación de la sangre. Es muy importante prestar atención a esta afección ya que la dermatitis en las piernas por mala circulación puede derivar en la ulceración de la piel. El hierro que se acumula en esta influye en gran medida en la evolución de la enfermedad dando lugar a la úlcera varicosa, ya que incrementa el nivel oxidativo. Además, la intensidad en el cambio de coloración suele ser mayor en las zonas más bajas, como es el dorso del pie o el tobillo.
Las causas de la dermatitis ocre suelen ser muy variadas. Es habitual encontrarla en pacientes que, por su estilo de vida, permanecen muchas horas sentados o de pie —lo que dificulta la circulación y ocasiona entre otras la aparición de venas hinchadas en las piernas—. Además, es habitual que se dé también en pacientes con antecedentes de esta enfermedad, en quienes padecen obesidad y en mujeres que han tenido varios embarazos. En todos estos casos lo que ocurre es que las venas no pueden enviar correctamente la sangre de vuelta al corazón y los glóbulos rojos se destruyen, lo que da lugar a la formación de este pigmento en la piel de color marrón que recibe el nombre de hemosiderina y que provoca la dermatitis ocre.
Entre los síntomas más representativos de la enfermedad destaca, sobre todo, el picor y la descamación (eccema de estasis), pero también la fragilidad cutánea. Es habitual, así mismo, la presencia de venas hinchadas en las piernas y la hinchazón general de la zona. Esto puede dar lugar, por otro lado, a la pesadez y a posibles calambres. Como indicábamos más arriba, cuando los síntomas se agravan la dermatitis ocre puede ocasionar úlceras en las piernas y pies. Por eso, ante la presencia de estas manchas marrones en la piel lo más recomendable es acudir a un especialista cuanto antes para evitar que el problema de la dermatitis en las piernas por mala circulación se agrave.
Por lo general, los tratamientos suelen estar centrados en la prevención de la enfermedad, así como también en evitar que esta se intensifique. Suele ser habitual recurrir a la terapia compresiva mediante vendas elásticas o de compresión. Así mismo, se recomienda evitar el sedentarismo y reducir el peso corporal. Generalmente, esta afección suele mejorar de manera considerable cuando el paciente realiza ejercicio de manera habitual; los masajes (siempre ascendentes) proporcionan también un gran alivio. Otra de las formas de aliviar la sintomatología es aplicando compresas frías sobre la zona. Ahora bien, cuando el paciente está muy afectado por los síntomas y sufre demasiadas complicaciones lo más adecuado es realizar un tratamiento quirúrgico. En casos de hiperpigmentación los especialistas también pueden utilizar el láser o cremas despigmentantes y cremas que reduzcan la inflamación de la zona afectada. Por supuesto, aparte de todo ello, es recomendable hacer uso de una crema solar para evitar que la piel se oscurezca más todavía.