Muchas personas piensan que las varices son únicamente de un problema estético, sin embargo, a nivel interno también se manifiestan a través de la aparición de unos síntomas determinados, como picores, dolores, ardor, sensación de hormigueo, hinchazón, sensación de pesadez, calambres nocturnos o cambios de coloración de las piel cerca de estas venas e incluso existe la posibilidad de que aparezcan otras enfermedades asociadas, como sequedades e incluso determinados tipos de dermatitis y úlceras en estadios avanzados.
Para tratar este tipo de problemas, existen distintas soluciones, como mantener una vida activa, poner las piernas en alto y usar medias de compresión, la utilización de microespuma de varices o, en casos en los que la enfermedad está más avanzada, la operación de varices, conocida como la safenectomía o fleboextracción. Si tienes este problema y quieres conocer todo lo relacionado con esta cirugía, sigue leyendo.
La operación de varices es uno de los principales procedimientos que se suelen utilizar en la actualidad para mejorar la calidad de vida y la estética de aquellas personas que sufren problemas relacionados con las varices en las piernas o en cualquier otra parte del cuerpo.
Esta cirugía, también conocida bajo el nombre fleboextracción o safenectomía se basa en la extracción de la vena safena, que es una vena profunda de gran tamaño que se encuentra en ambas piernas y cuya extirpación ayuda a tratar las molestias que las venas varicosas generan e incluso a mejorar la apariencia de la piel a nivel estético.
En principio, no se trata de un procedimiento doloroso para el paciente, ya que se suele utilizar anestesia general o anestesia epidural y, a pesar de que la recuperación completa suele darse en torno a las tres o cuatro semanas, el paciente debe mantenerse activo y andar de 10 a 20 minutos al día. Pueden aparecer algunas molestias después de la operación que se suelen tratar con la administración de analgésicos durante los primeros días y que desaparecen bastante rápido.
Tras someterse a una operación de varices, el proceso de recuperación es esencial para garantizar un resultado exitoso. Aunque muchas personas se preguntan si es dolorosa la operación de varices, lo cierto es que el dolor suele ser mínimo, gracias al uso de anestesia general o epidural durante la intervención. Sin embargo, el postoperatorio puede traer consigo algunas molestias que deben ser gestionadas adecuadamente.
En las primeras horas tras la cirugía, el paciente suele estar en observación hasta que se pasan los efectos de la anestesia. Aunque, como acabamos de comentar, la operación de varices no es dolorosa en sí misma, es posible que algunos pacientes experimenten algunas molestias leves durante los primeros días. Estas molestias se suelen controlar con la administración de analgésicos para asegurar una recuperación tras la operación de varices con las mínimas molestias posibles.
Desde Varicenter es importante destacar que guardar reposo prolongado durante toda la recuperación no es recomendable. De hecho, los especialistas suelen recomendar a los pacientes que empiecen a caminar desde el primer día posterior a la cirugía. Aunque al principio se trate de paseos cortos, de 10 a 20 minutos al día, esta actividad es crucial para facilitar la circulación sanguínea y evitar complicaciones postoperatorias. La actividad física moderada puede ayudar a prevenir la formación de coágulos y permite acelerar el proceso de recuperación de la operación de varices.
A lo largo de las primeras semanas, es recomendable llevar medias de compresión, ya que estas ayudan a reducir la hinchazón y mejoran la circulación en las piernas. Estas medias son esenciales para aquellas personas que se han sometido a una operación para eliminar venas varicosas de las piernas, ya que proporcionan el soporte necesario. Por su parte, que aparezcan inflamación y hematomas es habitual en las primeras dos semanas, pero suelen disminuir con el paso de los días.
Tras una operación de varices, la mayoría de los pacientes retoman sus actividades cotidianas después de unas tres o cuatro semanas. No obstante, para una correcta recuperación es importante seguir las indicaciones médicas y acudir a las revisiones postoperatorias para asegurar que todo va según lo previsto.
Como hemos comentado antes, aunque la operación de varices no es dolorosa mientras tiene lugar el procedimiento de extracción de las venas afectadas, es posible que algunos pacientes tengan molestias leves durante el postoperatorio. Estas molestias, aunque son pasajeras, pueden hacerse más llevaderas si sigues ciertos consejos y recomendaciones.
En los primeros días tras la operación para eliminar venas varicosas en las piernas, no es raro notar molestias o dolor en la zona. Para aliviarlo, el médico suele prescribir analgésicos de venta libre o recetados, como el ibuprofeno o paracetamol. Es importante seguir la dosis indicada y no automedicarse y, si las molestias empeoran, puede hacerse necesario utilizar antibióticos, aunque es muy raro que esto ocurra.
Como hemos comentado, las medias de compresión pueden jugar un papel fundamental durante la recuperación tras la operación de varices. No únicamente ayudan a mejorar la circulación sanguínea, sino que también alivian la inflamación y ayudan a controlar el dolor. Estas medias compresivas se deben utilizar tanto de día como de noche, siguiendo las indicaciones del médico especialista.
Aunque pueda parecer contradictorio, mantenerse activo tras la cirugía es una de las mejores maneras de aliviar las molestias y acelerar la recuperación. Caminar 10 a 20 minutos al día y sin actividades de impacto ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y previene la aparición de dolores. Asimismo, mantenerse activo también ayuda a reducir la sensación de pesadez en las piernas.
Si estás descansando o durmiendo, es recomendable que mantengas elevadas las piernas por encima del nivel del corazón. Gracias a ello, conseguirás facilitar el retorno de la sangre y ayudar a reducir tanto la inflamación como el dolor que puede aparecer durante la recuperación de una operación de varices. Elevar las piernas varias veces al día puede ayudar a aliviar significativamente las molestias, especialmente después de haber andado un poco.
Aunque no todas las personas experimentan dolor o molestias, para reducir los hematomas y la inflamación, es recomendable aplicar una bolsa de hielo en las zonas afectadas. El frío ayuda a contraer los vasos sanguíneos y puede reducir el dolor y la hinchazón. No obstante, recuerda que no es recomendable aplicar el hielo directamente sobre la piel, sino envolverlo en una tela, como una toalla o un paño de cocina limpio para evitar quemarte la piel por frío.
En resumen, aunque la operación de varices, normalmente no resulta dolorosa en sí misma, las molestias que puedan aparecer tras el procedimiento se pueden controlar de forma efectiva si sigues las recomendaciones que te hemos dado en este artículo. Mantenerse activo/a durante la recuperación de la operación de varices, utilizar medias de compresión y tomar analgésicos, puede ayudarte a aliviar molestias, dolores y a acelerar el proceso de recuperación.
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