La insuficiencia venosa crónica es una dolencia caracterizada por la aparición de problemas en las válvulas del sistema circulatorio que se encargan de hacer retornar la sangre de las piernas al corazón. Estas lesiones son las que acaban provocando la aparición de venas varicosas, que pueden desembocar en dolor, hinchazón y otras molestias.
Según la evolución que presente, puede haber distintos problemas originados por culpa de la insuficiencia venosa crónica. Para que estés al tanto de los distintos grados y cómo puede evolucionar este trastorno, vamos a hacer un pequeño repaso por las causas y consecuencias que tiene la insuficiencia venosa crónica y cómo se clasifica según los grados.
La causa principal de la insuficiencia venosa crónica tiene que ver con lo mismo que origina la aparición de las varices: un problema en las válvulas que se encargan del retorno sanguíneo. Por culpa de la gravedad, la sangre tiende a acumularse en las extremidades inferiores, y el papel de las válvulas es presionar la sangre para provocar que pueda subir hasta el corazón, donde es oxigenada.
El problema viene cuando a causa de la edad y los malos hábitos, esas válvulas no pueden hacer regresar la sangre como es debido al corazón, lo que causa inflamación y dolor, originando la aparición de venas varicosas. La insuficiencia venosa es el problema primigenio que desemboca en la aparición de varices.
Hay que entender que la insuficiencia venosa crónica, en todos sus grados, es una afección de efecto prolongado. Su causa principal es la deficiente labor de las válvulas venosas, que puede verse agravada por la aparición de coágulos de sangre en las piernas.
Sin embargo, a pesar de que factores como la edad, aspectos hereditarios o desniveles acusados de la progesterona pueden causar que aparezca esta dolencia, existen una serie de recomendaciones que se pueden seguir para mitigar las consecuencias de la insuficiencia venosa en todos sus grados.
A grandes rasgos, se puede clasificar la insuficiencia venosa crónica en tres grados: leve, moderada y crónica.
Para que acabe desapareciendo o, al menos, reduciendo su incidencia la insuficiencia venosa crónica, es importante conocer los ejercicios que pueden ayudar a reducir las molestias derivadas de esta afección.
Uno de los más efectivos, que sirve además para propiciar la adecuada labor de las válvulas y combatir su inflamación, es colocar las piernas en posición horizontal, ligeramente inclinadas y en un punto de apoyo cómodo durante unos minutos. Este ejercicio es importante realizarlo en sesiones diferentes a lo largo del día, así como evitar estar sentado en una misma posición durante largos periodos de tiempo.
Otro ejercicio eficaz es hacer estiramientos con las piernas en diferentes sesiones con posturas nuevas en cada una. Esto ayuda a que la circulación en las piernas mejore y combate los efectos de las insuficiencias manifiestas de las válvulas, haciendo que la sangre pueda volver al corazón de manera más fluida.
En cualquier caso, si sufres insuficiencia venosa crónica, los ejercicios que debes realizar deben estar consensuados con profesionales. En Varicenter contamos con un equipo de expertos capaces de estudiar tu caso y diseñar un plan para mitigar los efectos de la insuficiencia venosa crónica, así como estudiar la posibilidad de aplicar tratamientos innovadores en caso de sufrir de venas varicosas de diversa gravedad.
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