Son muchos los artículos que se han escrito sobre las varices, así como sobre las arañas vasculares y las úlceras varicosas. Sin embargo, algunas de las informaciones que podemos encontrar en la red no son ciertas y pueden confundir a muchos de los lectores que, por lo general, son personas que padecen de esta afección en algunas de sus extremidades. Es por esta razón por la cual en este artículo vamos a desmontar los mitos sobre las varices y explicar cuáles son las verdades, de manera que no queden dudas. Te recomendamos que leas este artículo para informarte adecuadamente sobre las varices. ¡Vamos a ello!
Aunque el porcentaje de mujeres es mayor —sobre todo en el caso de las varices del tipo telangiectasias (arañas vasculares)—, también hay muchos hombres que sufren problemas de varices. De hecho, según algunos estudios como el de Venous circulation disorders: results of a study conducted on a global representative sample of patients from 8 countries (2018) de C. Regnier, casi un 30% de los hombres sufren de alguna enfermedad venosa crónica a lo largo de su vida.
No es cierto. Aunque se practique ejercicio a diario, una vez que se produce el fallo de las válvulas de las venas las varices nunca remiten por sí solas. Si bien es cierto, el ejercicio es uno de los mejores métodos que tenemos para evitar que las varices vayan a más, además de mejorar sus síntomas. En el caso de las cremas, no existe ninguna evidencia que demuestre que estas mejoran la función valvular, que es la que las ocasionan —estas son útiles para tratar los síntomas, pero no para actuar sobre las causas que las provocan—. Algo similar ocurre con las medias de compresión que ayudan a mejorar los síntomas y a reducir el riesgo de padecerlas o de empeoramiento ya que comprimen las venas y favorecen el retorno venoso, evitando también los edemas y la retención de líquidos.
Falso. Cualquier fuente de calor empeora las varices. Esto ocurre así porque dilata las venas o vasos sanguíneos favoreciendo que se estanque una mayor cantidad de sangre. Esto no soluciona el fallo de las válvulas en las venas, lo que da lugar a un empeoramiento. El agua fría tampoco cura el problema, ahora bien, resulta muy útil para aliviar los síntomas, sobre todo el síndrome de las piernas cansadas.
Los calambres son una de las afecciones más dolorosas que hay debido a que estos tienen lugar cuando se produce una contracción repentina e involuntaria de uno o varios músculos. El calambre muscular se presenta cuando el músculo se tensiona sin intención de tensarlo y no se relaja durante unos segundos e incluso minutos. Por lo general, estos tienen lugar en la zona de las pantorrillas o piernas y suele afectar a varios músculos de manera simultánea. Una de las creencias erróneas es la de afirmar que las varices ocasionan los calambres musculares. Lo cierto es que existen otras muchas causas determinantes en la aparición de los calambres musculares, como es la falta de potasio, el alcoholismo, el hipotiroidismo, la insuficiencia renal, la menstruación o el embarazo. También algunos medicamentos son responsables de su aparición.
No. Es importante aclarar que no son lo mismo. Las arañas vasculares son vasos sanguíneos o capilares dilatados de la capa más superficial de la piel, no pueden evolucionar hacia varices más gruesas. De hecho, no es necesario que estos sean operados, únicamente por cuestiones estéticas. Lo que sí puede ocurrir es que las arañas vasculares crezcan en número, pero no en tamaño.
Falso. Lo único que indica el color de la variz es el grosor de la vena hinchada, pero no la complejidad. Esto depende de otras cuestiones. Las venas varicosas son azules debido a que son venas inflamadas y retorcidas que podemos ver a través de la piel. La sangre puede tener un color rojo brillante cuando está oxigenada, mientras que la sangre desoxigenada es de color rojo oscuro, ahora bien, esto no hace cambiar la vena de color. Las venas mantienen siempre su color sin importar si están enfermas o no.
Una de las mayores preocupaciones por parte de las personas que padecen varices es si la operación de las mismas resulta compleja y dolorosa, al igual que el postoperatorio. Las varices pueden eliminarse en el 95% de los casos con una operación sin cirugía. Es decir, mediante una operación no intrusiva que se basa en la fleboesclerosis inyectando microespuma. Esta operación se realiza sin cirugía y de manera ambulatoria, razón por la cual no resulta dolorosa. Lo mismo que ocurre con el postoperatorio. El paciente que se somete a este tipo de operación para tratar varices, así como arañas vasculares, puede regresar caminando a casa tranquilamente y sin padecer dolor durante los días posteriores. En algunos casos, eso sí, será necesario llevar medias de compresión durante unos días hasta que la variz haya sido absorbida por el organismo.
Las varices que han sido tratadas en la operación no pueden volver a aparecer. La razón de ello se debe a que estas son esclerosadas para que se endurezcan de manera artificial y/o cicatricen, de manera que sean absorbidas por el organismo. Por tanto, no hay posibilidad de que estas varices puedan volver a aparecer. Ahora bien, sí es posible que el paciente presente otro problema de varices en otras partes del cuerpo si no toma algunas medidas preventivas para evitar que aparezcan a causa de los motivos por los cuales lo hicieron la vez anterior. Por lo tanto, el paciente puede desarrollar varices de nuevo, pero siempre distintas a las que tuvo.