El problema de las varices, o venas dilatadas, a causa de los vasos sanguíneos inflamados es algo que afecta a un elevado porcentaje de personas. Ahora bien, el tipo de variz más común es aquel que se desarrolla en las piernas, aunque dependiendo de la gravedad estas pueden ser de un tipo u otro. Afortunadamente, los tratamientos para varices han evolucionado mucho con el paso del tiempo. A grandes rasgos podemos encontrar dos tipos de tratamientos, estos son los tratamientos para varices con cirugía y los tratamientos sin cirugía.
En este artículo te hablamos sobre la operación de varices, tiempo de baja y tiempo de recuperación que se necesita en cada caso. ¿Está cubierta la operación de varices por la seguridad social? ¿cómo es la operación? Sigue leyendo este artículo para más información.
Las varices son dilataciones de las venas que provocan una insuficiencia en la función de retorno de la sangre al corazón a causa de un deterioro en las válvulas de retorno. Ello provoca una acumulación de la sangre en las venas, dilatándolas y volviéndolas tortuosas. Podemos encontrar varios tipos de varices, dependiendo de la gravedad de las mismas. Estas son:
Como explicábamos en la introducción, la operación de varices puede realizarse con cirugía o sin cirugía —dependiendo del centro, de las técnicas disponibles y de la gravedad de la afección—. Así mismo, la operación de varices y tiempo de baja depende de si esta se realiza con cirugía o sin ella, así como el tiempo que es necesario para recuperarse. Lo vemos con más detalle.
Estas operaciones suelen realizarse en la vena safena interna —vena que va desde el pie hasta la ingle— y, en alguno de sus reflujos en la zona de la vena femoral. Para llevar a cabo este tratamiento, el paciente debe ingresar el mismo día de la cirugía, después se procede a la anestesia para la sedación. Por lo general, el período de recuperación de los pacientes en este caso es de 2 a 4 semanas, aunque el tiempo puede variar dependiendo de la gravedad de cada caso, fecha en la cual será conveniente coger la baja para la correcta recuperación.
En estos casos, el paciente necesitará un tiempo para recuperarse de la inflamación post-quirúrgica, así como de la patología venosa. La desaparición de los hematomas suele durar entre 30 y 60 días, en dicho periodo de tiempo se debe evitar la exposición al sol.
La operación de varices y tiempo de baja en este caso es reducida. Los tratamientos para varices sin cirugía son la opción más recomendada para eliminar tanto varices pequeñas como grandes minimizando los periodos de baja e, incluso, pudiendo ser solucionados sin necesidad de ingresar. Estos son los conocidos como tratamientos con microespuma, como el tratamiento con Microespuma Original inventada y patentada por el Dr. Cabrera para todo tipo de varices. Estos tratamientos evitan que el paciente tenga que pasar por quirófano e interrumpir su vida normal, puesto que se realizan de manera ambulatoria.
Con este tratamiento especial de microespuma en el cual Varicenter es pionero en España y lo lleva aplicando desde el año 1990 se evitan también las molestias postoperatorias, además no resulta necesario solicitar una baja laboral ya que, tras realizarse la operación, el paciente saldrá caminando del centro y podrás reincorporarse a sus quehaceres habituales. Las modernas técnicas de microespuma permiten eliminar todo tipo de varices, independientemente del tamaño, forma o localización. El procedimiento consiste en la inyección de Micreoespuma en la sangre y una sustancia esclerosante (Polidocanol) en la zona afectada. Esta sustancia irrita el interior de las venas que van a ser tratadas y provoca una reacción inflamatoria pasajera que da paso a una fibrosis y a su posterior reabsorción. Ello elimina las venas varicosas enfermas y mejora la circulación sanguínea desviándola por otros canales.
La operación de varices por la seguridad social depende de la gravedad o estado avanzado de las varices. Así pues, la operación varices en seguridad social más común es la cirugía para la eliminación de venas varicosas en piernas o muslos. En primer lugar, el médico realizará un examen físico antes del procedimiento para evaluar cuáles son las válvulas que no funcionan, para ello los más habitual es utilizar un dispositivo de ultrasonido Eco Doppler. Después se procederá a la safenectomia, esta consiste en una incisión bajo anestesia a la altura de la ingle o del tobillo. Lo que se hace, a continuación, es introducir una sonda por la ingle y se extrae a la altura del tobillo. Una vez realizado este proceso se añade una “copa” metálica cortante en el extremo de la sonda. Por último, se tracciona la sonda, ascendiendo bajo la piel y recogiendo la vena safena. De esta forma se van seccionando las ramificaciones acabando exclusivamente con las ramificaciones deterioradas (venas varicosas o arañas vasculares) y otras venas perforantes.
Otra de las técnicas utilizadas por la seguridad social son la chiva, el envolver, la biofrecuencia o el vapor de agua, entre otras.