Aunque las varices se asocian a la edad y su aparición no se concibe en una mujer joven, lo cierto es que basta que haya un retorno deficiente de la sangre en determinadas venas que provoque la aparición de una varicosa.
Y es que las varices no son algo exclusivo de las mujeres de media y avanzada edad: las varices pueden aparecer de joven si se tienen problemas circulatorios, si se padece sobrepeso o si ha tenido algún evento que ha exigido de un esfuerzo físico acentuado, como puede ser el embarazo y el parto.
Las varices son la consecuencia de la misma causa: un retorno sanguíneo deficiente que hace que la vena se inflame y la sangre se acumule, provocando dolor y molestias físicas y visuales. En una piel joven son más visibles, pero los tratamientos son igualmente eficaces. Por suerte, recurrir a un equipo de especialistas siempre permite obtener una solución adecuada al problema de las venas varicosas.
Una de las causas más comunes de que aparezcan las varices en una mujer joven es el embarazo. Los cambios que experimenta el cuerpo de una mujer en periodo de gestación son importantes y por eso es crucial realizar un seguimiento del estado de la madre. Además, en los casos en los que la madre está embarazada de gemelos o mellizos la probabilidad de sufrir varices de joven aumenta, precisamente por el esfuerzo físico que exige.
Sin embargo, es posible que las venas varicosas aparezcan por otros factores. El sobrepeso, la mala alimentación o la simple tendencia a sufrir de problemas circulatorios son circunstancias que pueden tener mucho que ver a la hora de sufrir de varices.
De hecho, los tratamientos más punteros con los que se cuentan a día de hoy para tratar este problema son aplicables a personas de cualquier edad, precisamente porque cada vez más salen las varices en las piernas a una temprana edad.
Algunos expertos no han dudado en señalar a los malos hábitos alimentarios como una de las causas del auge de las varices, pero en realidad es más la suma de factores combinados lo que en realidad puede disparar las probabilidades de que una mujer joven sufra de varices.
Las varices en sí mismas no son graves, aunque pueden ocasionar serias molestias si no se tratan a tiempo. La inflamación de las venas puede limitar la movilidad de la persona que las sufre, y los avances que se han experimentado en cuanto a los tratamientos hace que sea cada vez más raro encontrar casos avanzados o difícilmente tratables, por lo que el pronóstico es bueno.
No obstante, es muy aconsejable que desde una temprana edad se sigan buenos hábitos tanto de alimentación como de actividad física, con el fin de evitar que la probabilidad de sufrir de varices aumente con el tiempo.
En algunos casos las varices han llegado a aparecer a los 17 años, pero se trata de casos extraordinarios en los que la suma de varios factores, incluyendo la predisposición genética, tiene mucho que ver. Las varices no son hereditarias, pero aspectos como la forma del cuerpo, la anchura o las dolencias del sistema circulatorio pueden acabar por inclinar la balanza y promover su aparición.
Lo más importante es saber que, si se sufre de varices, hay solución. Los tratamientos actuales son mucho menos invasivos y se puede disfrutar de una calidad de vida muy alta tras el tratamiento.
Con esto en mente, el enfoque es otro. Hay mujeres que piensan que van a tener que estar condenadas el resto de su vida a moverse poco o a ayudarse de muletas, o que incluso no podrán andar. Nada más lejos de la realidad.
Tener varices de joven no es algo agradable, sobre todo desde el punto de vista estético, pero no hay problema en reconocerlo y ponerle solución. De hecho, cuanto antes recurras a un equipo profesional mejores serán las previsiones, ya que los tratamientos son más eficaces cuanto menos desarrollada está la variz.
Es cierto que las varices tienen tendencia a recidivar, pero es algo que ocurre cuando el problema se cronifica y se expande a otras venas que antes eran sanas y que ahora presentan deficiencias en sus válvulas.
Una vena varicosa tratada se queda curada para siempre, ya que no es probable que recidive con los tratamientos actuales. Sin embargo, para evitar que ese mismo problema se expanda a otras vendas próximas, es necesario llevar a cabo una serie de ejercicios y rutinas para fomentar el movimiento e impedir que las válvulas presenten alguna deficiencia.
Si bien las venas varicosas no son en principio un problema grave, es de justicia decir que todo el mundo que las padece quiere eliminarlas cuanto antes, sobre todo si estamos hablando de una mujer joven. Por eso, lo recomendable es que, antes de que el problema vaya a más y afecte a venas sanas, recurras a un equipo de expertos como los que forman parte de nuestra familia de Varicenter para que encuentres el mejor tratamiento independientemente de tu edad.