El problema de las varices es algo que afecta a un elevado porcentaje de la población. Según los estudios publicados sobre varices, al menos un 65% de la población suele presentar algún tipo de variz, principalmente en los miembros inferiores. En este artículo respondemos a la pregunta sobre en qué casos son más comunes las varices. Para ello desglosamos los datos en función de la edad y del sexo, entre otras. ¿Estás preocupado/a por las varices? ¿Quieres saber cómo evitar las varices? ¿Necesitas tratar las varices? Te explicamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué personas son más propensas a padecer varices?
Como decíamos en la introducción, el problema de las varices es algo que afecta a un elevado porcentaje de la población en cualquiera de los grados en los que podemos encontrarlas. Las varices pueden ser de tres tipos, principalmente estas son:
- Arañas vasculares: También conocidas como varículas o varices del grado I. Estas son indoloras y pueden verse a través de la piel. Se trata de venas finas de color violáceo y con ramificaciones, es por eso por lo que reciben el nombre de arañas vasculares. Las mismas no suponen un problema para la salud, únicamente son tratadas por cuestiones estéticas.
- Venas varicosas: Las podemos encontrar de varios tipos, las varices de grado II y las de grado III. Se trata de las venas que se hacen más visibles y ocasionan algunos síntomas. En el caso de las venas varicosas de grado II estas suelen provocar dolor, así como calambres, hormigueos, pesadez, cansancio en las piernas y la sensación de calor o picores. Las varices de grado III son las responsables de que las venas estén más dilatadas y tortuosas, las mismas pueden ocasionar edemas, así como cambios en la coloración en la piel —aparte, claro, de los síntomas mencionados en las de grado II—, además son de mayor tamaño.
- Úlceras varicosas: Son las varices más delicadas y graves, las de grado IV. Estas generan úlceras y zonas eczematosas, además pueden infectarse fácilmente.
El porcentaje de personas afectadas por cualquiera de estos tipos de varices es del 65% a nivel mundial. Por lo general, estas suelen afectar a las extremidades inferiores, es decir, en las piernas, aunque también las podemos encontrar en brazos, pecho, pies y otras partes del cuerpo. A continuación, te explicamos quiénes son las personas más propensas a padecer varices.
Personas más propensas de tener varices según la edad
Por lo general, las personas mayores de 40 años son las más propensas a padecer varices. Actualmente, la mitad de la población mayor de 40 años suele presentar algún tipo de variz a lo largo de su vida, refiriéndonos a ellas —claro está— como dilaciones, engrosamientos o tortuosidades de las venas en cualquier parte del cuerpo.
Personas más propensas de tener varices según el sexo
En la mayoría de los casos, es más probable que las mujeres parezcan varices. Por lo general, de la totalidad de las personas afectadas por varices, al menos un 75% son mujeres, mientras que los hombres conforman el 25% restante. Tanto en unos como en otros casos las varices suelen aparecer en las piernas —es independiente la edad, así como el sexo—.
Personas más propensas de tener varices según sus hábitos o condicionantes

Las varices son algo que afecta también a las personas según sus hábitos o condicionantes, independientemente de la edad y del sexo. Es decir, el fallo en la válvula o insuficiencia venosa del retorno de la sangre hacia el corazón que ocasiona las varices puede haber sido originado por algunos de los malos hábitos o condicionantes de las personas. Te explicamos cuáles son los casos más comunes:
- Sedentarismo: El sedentarismo es uno de los factores de riesgo principales que pueden ocasionar el fallo de las válvulas venosas, lo que da lugar a la generación de varices, sobre todo, en el caso de las personas que pasan mucho tiempo sentadas en una misma posición. Por ello, es importante realizar estiramientos, cambiar de postura y caminar.
- Sobrepeso u obesidad: Junto al sedentarismo, la obesidad o el sobrepeso son los principales responsables de la aparición de las varices. Lo que se recomienda en este caso es seguir una dieta adecuada y practicar ejercicio para prevenirlas.
- Genes: A veces, el problema que causa las varices está directamente relacionado con la genética, en este caso se trata de algo que no puede evitarse. Aunque sí pueden tomarse medidas preventivas para reducir su aparición. Por supuesto, si llega el momento en el que estas hacen acto de presencia es importante recordar que pueden ser tratadas sin problemas.
- Uso de ropa ajustada: La ropa demasiado ajustada es también un condicionante que puede provocar la aparición de esta afección venosa. Lo que se recomienda en estos casos es optar por ropa más holgada, para evitar los sobreesfuerzos de circulación en algunas partes del cuerpo.
- Exposición continuada a fuentes de calor: Se cree que la exposición a fuentes de calor de manera continuada, como una chimenea o una estufa, provoca la aparición de varices. Las personas que hacen mucho uso de las mismas tienen riesgo de padecerlas debido a que el calor dilata las venas, lo que puede suponer una acumulación de la sangre en aquellas que estén debilitadas.
- El embarazo: El embarazo es, en muchos casos, el responsable de las varices, así como también de las estrías —estas últimas desaparecen después de dar a luz—.
Tratamiento de las varices más efectivos y sin cirugía
Afortunadamente a día de hoy podemos encontrarnos con varios tratamientos que permiten curar las varices sin necesidad de llevar a cabo una cirugía. Son los conocidos como tratamientos con microespuma que utilizan la técnica de fleboesclerosis para tratarlas sin necesidad de que el paciente pase por quirófano. Es decir, el proceso se realiza de manera ambulatoria y tras finalizar el paciente puede volver caminando a casa. Además, para llevar a cabo un correcto diagnóstico se utiliza la técnica eco-doppler —como hacemos en Varicenter—. Esta prueba no invasiva permite a los expertos calcular el flujo de la sangre en los vasos sanguíneos haciendo rebotar las ondas sonoras de alta frecuencia con los glóbulos rojos.