Aunque es cierto que existen personas más propensas a sufrir varices que otras, también es verdad que hay una serie de pautas que es recomendable seguir para evitar agravar sus síntomas o impedir que vuelvan a aparecer.
Casi todas ellas tienen que ver con las posturas que se adoptan en las actividades del día a día, así como con la reducción del consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, que son el catalizador en muchas ocasiones de su aparición.
Tanto si sufres varices como si eres propenso a ellas, hay una serie de consejos que te pueden ser de utilidad para paliar los efectos de su aparición, tratar de mitigar el dolor que muchas veces producen e impedir que reaparezcan.
Para empezar, el enemigo número uno de las varices es el movimiento. Por eso, mantenerse en una misma posición durante un largo rato puede ser lo peor que puedas hacer, ya que ese es el principal factor que potencia la aparición de las varices.
Si no sabes cómo curar las varices y quieres empezar por algo sencillo, levántate de tu silla o de tu sofá, estira las piernas, muévete e impide que la sangre se quede congestionada en las extremidades inferiores.
En las películas hemos visto muchas veces cómo unos atracadores piden con unos gritos muy amables que los rehenes levanten las manos al ser apuntados, pero en realidad lo que se deberían levantar son las piernas para permitir que, en una situación tan tensa, la sangre circule en dirección al cerebro a mayor velocidad.
Ese cambio del sistema circulatorio puede permitir paliar la aparición de varices, ya que impide que toda la presión del retorno sanguíneo recaiga sobre las venas de las piernas, que son las zonas más propensas a sufrirlas.
De hecho, si no sabes cómo curar las varices y buscas realizar algún tipo de ejercicio sencillo para mejorar esta situación, no lo dudes y túmbate apoyando las piernas en algún punto más alto que tu posición. Eso ayudará a que la sangre circule mejor por las extremidades inferiores.
Tener la costumbre de hacer ejercicio moderado entre dos y tres veces por semana es muy sano para que el cuerpo se reactive a muchos niveles.
De hecho, el esfuerzo físico leve permite que el pulso se acelere, fomentando la adecuada circulación de la sangre, algo vital para curar las varices.
Intenta combinar ejercicios de todo tipo, sobre todo aquellos que impliquen al tren inferior del cuerpo, que es donde suelen aparecer las varices y donde más problemas de circulación suele haber.
Si ves que hay pequeñas señales en tu piel que indican que ha aparecido una vena varicosa, trata de masajear la zona circundante cuando estés en reposo. Los masajes, sobre todo cuando se hacen con aceites, pueden ayudar a favorecer la circulación, reduciendo la probabilidad de que aparezcan más y que el problema se termine agravando.
Los masajes se deben aplicar de una manera suave, sin presionar en exceso la zona afectada, para que la circulación mejore.
De lo contrario, puede ser ineficaz o incluso se pueden producir lesiones en los tejidos de la zona afectada, lo que tampoco procede al buscarse únicamente una mejoría en el estado de las venas varicosas que han aparecido.
Sabemos lo bien que sienta una pieza de ropa ceñida al cuerpo, que deje ver lo escultural de tus músculos y que se ajuste a tu piel como un guante, pero sentimos decirte que para tus varices es horrible.
De hecho, si no sabes curar varices avanzadas y preguntas a un experto, lo primero que te dirá si te ve con ropa apretada será que nada de llevar ese tipo de prendas. Aboga siempre por ropa ligera, cómoda y ancha que no deje marca cuando se lleve puesta y que no aprieta la zona afectada si ya han aparecido algunas venas varicosas, por pequeñas que sean.
De todas formas, en este post te contamos cómo puedes deshacerte de las varices: verás como el tipo de ropa que utilices podrá ser determinante para acabar o no con ellas.
Si hace calor y eres de los que les gusta disfrutar de una ducha fría, no lo dudes y apuesta por ello.
El agua fría es un aliado extraordinario de la circulación y, aunque puede no ser beneficiosa de cara a evitar resfriados e inflamaciones de garganta, la aplicación de agua fría sí puede ser muy aconsejable para tratar problemas localizados de varices.
Las venas varicosas, si son pequeñas, pueden desaparecer con la ayuda de agua fría y otros remedios, aunque siempre existirá la tendencia de que la sangre se acumule en las zonas donde la vena ya se ha dilatado.
Teniendo en cuenta que la dieta tiene implicaciones directas en el sistema cardiovascular y circulatorio, no es de extrañar que los hábitos de alimentación tengan mucho que decir en la aparición de varices.
Lo conveniente es evitar alimentos excesivamente grasos para evitar que el colesterol aumente, ya que su aparición puede perjudicar al nivel de densidad de la sangre, fomentando su retención en zonas concretas donde la sangre no pueda retornar con la suficiente eficacia. Eso puede contribuir a que vuelvan a aparecer venas varicosas.
El consumo excesivo de alcohol y el tabaco en cualquier cantidad tienen importantes efectos en la salud, viéndose afectado el sistema circulatorio del mismo modo. La sangre no fluye de la misma manera a través de las venas y las arterias con alcohol, nicotina y monóxido de carbono en sangre que sin ellos.
Además, estas variaciones pueden llegar a tener un impacto negativo importante, sobre todo si tenemos en cuenta que su consumo genera dependencia y es complicado abandonar el hábito por completo.
De cualquier forma, si no sabes cómo curar las varices o estás a la espera de obtener tratamiento, una de las mejores cosas que puedes hacer es abandonar el consumo de alcohol y tabaco. No solo tus varices te lo agradecerán: el resto de tu organismo también.
Cuando no sepas cómo curar las varices avanzadas lo más seguro sea que te toque hablar con el especialista o con tu médico, quien te dirá que debes realizar una serie de curas en caso de que se hayan lesionado o te hayas expuesto a una cirugía.
Esto es importante porque puede determinar el nivel de efectividad de los tratamientos y la probabilidad de curar por completo la vena varicosa, teniendo una incidencia directa en el bienestar del paciente.
En caso de que te haya aparecido una vena varicosa y quieras tratarla, nada como conseguir asesoramiento profesional para conocer todas las opciones de las que dispones.
De hecho, lo mejor que puedes hacer es recurrir a expertos que te guíen durante todo el proceso en caso de que necesites operarte y quieras apostar por los tratamientos más avanzados. Además, las soluciones actuales proporcionan unos niveles de eficacia muy elevados y la recuperación de produce en un lapso de tiempo mucho más reducido.
Contáctanos si necesitas asesoramiento sobre tus varices.