Las varices son una afección que tiene lugar cuando se produce una dilatación de las venas, estas se hinchan y se retuercen, por lo que pueden verse por debajo de la piel.
Las varices son muy habituales en las piernas, aunque también las podemos encontrar en otras partes del cuerpo, como es el caso de las varices o varicosidades linguales (en la lengua).
Este tipo de varices son dilataciones tortuosas en las venas sublinguales y, aunque no se sabe exactamente por qué ocurre, parece ser que sus causas están muy condicionadas con la edad.
A continuación, te explicamos qué son, causas más habituales y cómo detectarlas. ¡Sigue leyendo!
Las varices en la lengua (o venas varicosas en la lengua) se presentan como varios nódulos semejantes a huevos de caviar o cordones, ligeramente elevados —concretamente en la zona de debajo de la lengua—.
Por lo general una lengua con venas moradas en la parte de abajo suele señal de un problema de varices, estas suelen ser de color azulado oscuro o negruzco y suele verse de manera más habitual en la cara central, así como en los bordes laterales.
Una de las características principales de las venas debajo de la lengua con varices es que son asintomáticas. Es decir, no suele provocar dolor ni daños mayores —como una trombosis secundaria—. Además, las varices en la lengua muestran las venas dilatadas, pero con escaso músculo liso y tejido elástico.
Es importante dejar claro que estas son intrascendentes y que no necesitan tratamiento a menos que se ulceren o exista una trombosis.
De hecho, en la mayoría de los casos las venas varicosas en la lengua suelen ser detectadas por casualidad.
Es importante destacar que no en todos los casos se trata de varices, es posible que se deba a otros problemas y enfermedades que pueden afectar a la lengua, como una inflamación. En cualquier caso, lo más recomendable es acudir a un especialista para que pueda llevar a cabo un correcto diagnóstico e identificar si se trata de varices en la lengua o de venas debajo de la lengua inflamadas, entre otras.
Como decíamos en la introducción, el problema de la lengua con venas moradas (o varices linguales) es más común en personas mayores.
De hecho, según las estadísticas el 60% de las personas mayores de 60 años suelen padecerlas, siendo algo excepcional en menores o personas más jóvenes.
No existe una causa exacta para determinar qué es lo que las produce, al parecer no están asociadas a ninguna enfermedad sistémica, aunque durante algunas observaciones aisladas estas han sido relacionadas con hipertensión arterial, así como con enfermedades pulmonares o en personas que padecen varices en otras partes del cuerpo —aunque nada determinante—.
Según un artículo publicado en la Revista Salud Oral y Gestión Dental las venas varicosas en la lengua podrían estar asociadas también a cuestiones de la edad, así como al tabaquismo y a la hipertensión.
La condición, como indicábamos, suele ser asintomática y benigna, pero en cualquier caso, lo aconsejable es visitar a un especialista, sobre todo, si existe alguna molestia.
Otro tipo de varices son las ubicadas en la mucosa yugal, que son aquellas que se encuentran en la mucosa de la zona de las mejillas y de la zona malar, aunque también pueden aparecer en los labios.
Las varices de la mucosa yugal son más propensas al trauma y, en estos casos, suele ser necesario considerar el tratamiento.
Las varices en la lengua no presentan complicaciones, aparte de las cuestiones estéticas, además son asintomáticas. A modo de resumen, estas son las características de la lengua con venas morada a causa de las varices:
Las características clínicas de las varices en la lengua suelen diferenciarse por una tumefacción blanda y lisa, de forma alargada o ligeramente nodular en color rojo púrpura o azulado —como indicábamos más arriba—.
La ubicación es en la lengua, por debajo, con venas moradas, concretamente en la cara ventral y en los bordes laterales, la mucosa de los labios y los carrillos. Y la forma en la que se diagnostica es mediante la observación a través de:
Lo más habitual es que no, a menos de que existan interferencias con la oclusión, por posibilidad de que se ulceren o de que exista una trombosis —poco habitual— o por cuestiones de estética. En estos casos las venas debajo de la lengua con varices podrían ser tratadas.
En lo referente al tratamiento, dependiendo de la gravedad —o intensidad— y de la zona en la que se ubiquen es posible realizar cirugía, esclerosis o terapia láser.
La escleroterapia (o fleboesclerosis) es un tratamiento sin cirugía que se basa en la utilización de microespuma para que el paciente no tenga que pasar por cirugía ni interrumpir su rutina diaria.
Este tratamiento se realiza bajo el control eco-doppler que consiste en tecnología no invasiva ni dolorosa para llevar a cabo un correcto diagnóstico. El tratamiento se basa en la inyección de una sustancia esclerosante para que la variz desaparezca de manera gradual. En cualquier caso, un especialista debe determinar si es posible llevar a cabo o no la operación o el tratamiento no invasivo, dependiendo de la situación.